Ciudad



Guardamar del Segura


Habitantes17.138 habitantes censados

Área: 35 km2Playas: Más de 11 km a ambos lados de desembocadura del Río Segura
Temperatura media anual: 21ºC
Cómo llegar: Carretera Nacional N-332 (Alicante-Cartagena), A7 (Alicante-Murcia) y AP7 (Alicante-Cartagena)
Distancias desde Guardamar: Madrid: 415 km; Valencia: 220 km; Alicante: 35 km



Guardamar del Segura está situada en el sur de la Costa Blanca española a 30 km del aeropuerto internacional de Alicante. La magia y la belleza del Mediterráneo se funden en esta ciudad con más de 11 km de dunas formando un bosque único en el Mediterráneo tratándose de un Parque Natural de alta protección. Guardamar se sitúa en la desembocadura del río Segura y posee una variedad de recursos naturales locales, con una gran pinada donde se han asentado diferentes culturas desde la prehistoria hasta nuestros días. El Guardamar actual es una ciudad cosmopolita con un alto sentido de respeto hacia su tradición cultural.
Guardamar tiene más de 2000 plazas hoteleras tanto en hoteles familiares como de grande cadena; más de 1000 plazas de camping caravaning de calidad con posibilidad de acampada, caravaning y bungalows así como más de 2000 plazas en apartamentos turísticos.
Disponemos de una variada oferta gastronómica tanto española como internacional de gran prestigio y un estilo de vida desenfadado a lo largo de todo el año. Existe una oferta turística complementaria para todos los gustos y presupuestos. Desde Guardamar podrán jugar al golf, realizar deportes náuticos, pasear o visitar lugares históricos y prehistóricos de gran interés.



Otras fiestas localidad



Guardamar tiene un calendario festivo tradicional que abarca el curso de todo el año. En invierno se celebra el Carnaval, fiesta llena de color y alegría en la que disfraces y máscaras transforman a las gentes por unas horas en busca de las fantasías más insospechadas.

Ya con la primavera en todo su esplendor llega la Semana Santa. La Pasión de Cristo se celebra con procesiones solemnes y sentidas presididas por la imaginería de los pasos de las diferentes hermandades y con escenificaciones en las calles.
El Lunes de Pascua y el día de Sant Vicent Ferrer (en la Comunidad Valenciana se celebra el segundo lunes de Pascua) los guardamarencos y los vecinos de poblaciones próximas acuden a celebrar la Pascua con meriendas en el Parque Alfonso XIII, sobre todo en el paraje denominado Canal del Tío Batiste, donde se reúnen las familias del pueblo a comerse la típica Mona de Pascua, en medio de juegos y canciones tradicionales.
Con el equinoccio de verano (21 de junio) llega la Plantà de la Foguera, monumento de cartón y madera donde se expone la crítica a los sucesos locales y mundiales del año. La víspera de San Juan tiene lugar en la playa el rito mágico del fuego y la noche siguiente se quema espectacularmente la Foguera plantada unos días antes.
En la segunda quincena de julio y en honor de Sant Jaume (25 de julio) se celebran las fiestas de Moros y Cristianos, de gran arraigo popular. La fiesta se inicia con la representación de L’Encantà, que rememora viejas leyendas junto al río Segura de este enclave mediterráneo. En los días siguientes las comparsas moras y cristianas desfilan con sus tropas y asaltan el castillo entre el estruendo y el olor de la pólvora. Desembarco, desfiles, música, fuegos artificiales, procesión y fiesta nocturna en los cuarteles y kábilas son los componentes de esta magnífica fiesta.
Ya en septiembre tienen lugar las fiestas en honor a la Virgen de Fátima, en la pedanía de El Campo.
El 7 de octubre se celebra la Mare de Déu del Rosari (Nª Sª del Rosario) patrona de la ciudad. Las madrugadas de los domingos de octubre el grupo de auroros cantan el rosario por las calles.
En Navidad hay actos dirigidos sobre todo a los niños, con animación en las calles y actuaciones en la Casa de la Cultura. Los días navideños comienzan con la llegada a la población del Gigante Menjabollos, un personaje mítico de la población, que desde su cabaña en la pinada acude a visitar a los niños, y acaba con el día de las Reyes Magos de Oriente, precedido por la cabalgata de la víspera.


Tradiciones


La Fiesta del Árbol

Una de las celebraciones más sobresalientes en defensa del arbolado en España, impulsada por los ingenieros de Montes, fue La Fiesta del Árbol. Ésta se celebró por primera vez en 1899 en Barcelona, auspiciada por la Asociación de los Amigos de la Fiesta del Árbol, dirigida por el Ingeniero Rafael Puig i Valls. No obstante se tiene constancia de una celebración de la Fiesta del Árbol más antigua, hacia 1805, en la localidad extremeña de Villanueva de la Sierra, la cual hoy se sigue celebrando.
La importancia y la popularidad de la Fiesta del Árbol en España durante el primer tercio del siglo XX se manifiesta en la creación de una revista llamada Crónica de la Fiesta del Árbol en España. La importante solemnidad de los actos, con asistencia de autoridades de alto rango, celebración de concursos literarios, etc., desembocó en la aprobación del Real Decreto del 5 de Enero de 1915, por el cual se declaraba obligatoria la celebración anual de la festividad en cada término municipal.
Uno de los mayores impulsores de estos actos fue Ricardo Cordorniu, quien, junto a Rafael Puig i Valls fundó la Asociación Amigos del Árbol. Esta entidad y sus publicaciones sirvieron para difundir las ideas naturalistas y de amor al árbol.


Carnaval

El Carnaval se celebra en Guardamar con desfiles de máscaras y originales disfraces, al son de la música y en un ambiente de colorido y algarabía que contrasta con el adormecido invierno. Se organiza un desfile-concurso de disfraces y máscaras por las principales calles del pueblo y, seguidamente, el Ayuntamiento ofrece un gran baile. También hay un carnaval infantil con pasacalles y representaciones teatrales, en que se premian los mejores disfraces. Al finalizar se ofrece el tradicional chocolate con mona a todos los niños.

Semana Santa

La Semana Santa se vive con el respeto y la espectacularidad de las procesiones. Las cofradías son la Centuria Romana-Sociedad de Lanceros, la Oración en el Huerto o “l’Hort”, la Flagelación, Nuestro Padre Jesús de la Caída o “la Caiguda”, el Cristo de la Buena Muerte o “Senyor del Monte”, la Santísima Virgen de los Dolores, el Santo Sepulcro, San Juan Evangelista y la Virgen de la Soledad. Los pasos procesionales son de una gran calidad y recogen influencias de la escuela imaginera valenciana y murciana.
Pero lo que singulariza esta Semana Santa son las escenificaciones que se llevan a cabo durante los pasos procesionales y que son interpretadas por personas del pueblo, las cuales reviven momentos culminantes de la pasión de Cristo: la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén el Lunes Santo, el Lavatorio de Pilatos el Martes Santo y el Encuentro con la Verónica el Viernes Santo por la mañana.

Lunes de Pascua – Día de la Mona

La Pascua se celebra en Guardamar sobre todo el segundo día (el lunes después del domingo de Resurrección), como en el resto de los territorios de la antigua Corona de Aragón. En este día los guardamarencos organizan comidas colectivas en el parque de Alfonso XIII y muchos acuden a comer la típica mona de Pascua al paraje conocido como “el Canal del Tío Batiste”. Allí se entonan canciones tradicionales, se juega y la alegría invade todo el parque.

Moros y Cristianos

Es la fiesta más popular de la localidad y se celebra en honor a Sant Jaume. Durante la segunda quincena de julio la gente se echa a la calle multitudinariamente y rememora con tintes fantásticos y legendarios el pasaje histórico de la reconquista cristiana.
De los numerosos actos que se celebran hay que destacar el pregón de las fiestas y la representación de la leyenda de l’Encantà, acto en el cual se proclama y corona a la Dama de Guardamar, y en que se escenifica la antigua historia de una joven que, tras haber sufrido un encantamiento, sólo puede ser liberada por los brazos de un valiente guerrero que antes habrá de ganarla en una batalla contra fuerzas maléficas.
Durante las fiestas podemos bailar en la Barraca Popular y en los cuartelillos y kábilas de las diferentes comparsas. Con el temido desembarco moro en las playas de Guardamar llegan las embajadas y los desfiles de los bandos moro y cristiano, sin duda, los momentos más espectaculares de la fiesta, en los que se revive la historia de la reconquista catalana. El fuego (con el correfoc, los castillos acuáticos, la mascletà, etc.) y la música son los protagonistas de esta fiesta.

Virgen de Fátima

Esta fiesta se instauró en los años 50 cuando se construyó la actual ermita en la pedanía del Campo de Guardamar.
Las fiestas cívicas del Campo festejan a su patrona la Virgen del Rosario de Fátima en el mes de septiembre, durante sus cuatro fines de semana, los cuales, como en tiempos inmemoriales, coincidían con la recolección de la cosecha. En estos días se organizan actividades como el concurso de paellas, el desfile multicolor, juegos de competición, etc., pero, sin duda, el día dedicado a la Virgen es el más esperado, con procesión, ofrenda de flores y misa de campaña, entre otros actos.

Nuestra Señora del Rosario

Esta advocación, la Mare de Déu del Rosari, tiene el patronazgo sobre la villa de Guardamar. Su imagen, objeto de gran devoción por parte de los habitantes, es la más antigua que se conserva en la parroquia de Sant Jaume. Se estima como fecha de construcción el periodo de transición del Renacimiento al Barroco, a principios del XVII (coincidiendo con los años de la fundación de la Cofradía del Rosario en 1610).
Es una fiesta eminentemente religiosa, con su correspondiente novenario que precede al día de la festividad. En su víspera, tras la ofrenda floral a la imagen, se interpretan ante la iglesia bailes y danzas populares de Guardamar, con indumentaria tradicional. El día de la fiesta (7 de octubre), antes del amanecer, se canta el Rosario de la Aurora por las calles de la localidad (como todas las madrugadas de los domingos de octubre), a cargo del grupo de auroros, y por la tarde la procesión finaliza con un espectacular castillo de fuegos disparado desde el Castell, el monte del castillo.

Navidad

La Navidad en Guardamar se vive de una forma mágica y especial con el calor de la tradición. Durante el mes de diciembre, Guardamar está repleta de actos destinados a los jóvenes y mayores, que comienzan con el pregón de Navidad y la inauguración del Belén Municipal. Durante estos días se suceden múltiples eventos deportivos y actividades en las que los niños son los protagonistas: teatro de calle, juegos, magia.
El año se despide con una multitudinaria fiesta musical en la Plaça de la Constitució. El día 5 de enero, por la tarde, discurre la gran Cabalgata de los Reyes de Oriente, con presencia de personajes del mundo infantil.

El cultivo de la ñora

Lugares emblemáticos

Guardamar atesora un rico legado arqueológico producto de su privilegiada situación y variedad de ecosistemas. Los primeros en llegar fueron los fenicios, los cuales, emplazados estratégicamente en la orilla sur de la desembocadura del Segura, fundaron la ciudad portuaria de la Fonteta, uno de los complejos urbanos mejor conservados del Mediterráneo Occidental. Río arriba, se halla otro enclave fortificado relacionado con la colonización fenicia: el Cabezo Pequeño de l’Estany, con sus murallas de casamatas.
La cultura ibérica está representada en el Cabezo Lucero, con sus ajuares funerarios y sus plataformas de piedras ligadas a la escultura monumental, donde se recuperó su figura más emblemática: la Dama de Guardamar. En la cima meridional del Castillo se erigió en época ibérica un Santuario dedicado a una divinidad local.
Con la llegada de los romanos, la actividad comercial se originó a partir de los recursos del mar, como evidencian el enclave litoral del Moncayo y el embarcadero de La Estación.
En las dunas, junto a la desembocadura del Segura, se ha exhumado un conjunto religioso único y excepcional en el ámbito del mundo islámico peninsular: la Rábita Califal. Otros yacimientos andalusíes documentados por la arqueología son la Torre del Descargador y la Rábita del Moncayo.

El yacimiento arqueológico del Castillo de Guardamar, da nombre a los restos de una ciudadela amurallada de origen bajomedieval y moderno que, desde el siglo XIV hasta principios del siglo XIX, ocupó el cerro que se levanta a poniente de la actual población.












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